martes, 21 de septiembre de 2010

Juramento

Una tenue brisa del norte y el dulce calor sobre el rostro de Eândros lo hacían sonreír, hacía ya unas semanas que la guerra del anillo había terminado. Ya no sentía esa opresión oscura en el pecho que por tanto tiempo había abrumado las esperanzas de todos y cada uno de los hombres de Gondor, ya la pesadilla había pasado y ahora una calma apaciguaba los corazones y templaba las nuevas esperanzas.
Aunque los festejos y la fanfarria lo acompañaban, a él y a sus hombres, a medida que subían los niveles de Minas Tirith en camino al Séptimo Nivel eran… en una palabra estruendosos, él solo escuchaba los latidos de su corazón y el tranquilizador sonido de los cascos contra el conocido camino; a un lado quedaban las caídas puertas de los niveles inferiores, recuerdos de una guerra sin cuartel, barbárica, de lo que pareciera una Edad tan lejana.
Parecía ya un cuento de ancianos lo que hacía tan pocas semanas hubiera acontecido mas en el corazón de Eândros y en el de aquellos valerosos hombres que acompañaron al Rey, en su misión de llevar la guerra a Mordor, aún ardía con fervor la arenga que con tanta presteza, porte y sinceridad diera aquel Rey guerrero les regalara.
Habían ya traspasado el sexto umbral en su ruta cuando a su encuentro salió un rostro conocido, Faramir, a su orden los caballeros desmontaron –El Rey y la Reina los esperan, hoy es vuestro dia.-.
Estaba ya reunida toda la nobleza frente al palacio, en el gran jardín, cuando los 13 caballeros entraron guiados por el Capitán –Mi rey, mi reina, he aquí a los 12 caballeros de Osgiliath y a su capitán Eândros Ethârion, han venido con vuestro permiso a dar su juramento como sus guardias y caballeros.-. Tras una seña de aprobación por parte del Rey los caballeros se ordenaron en dos líneas con Eândros y dos porta estandartes al frente, en los cuales flameaban los colores de Osgiliath y de Minas Tirith.

-Mi Rey, hemos venido ante usted como caballeros de Gondor a prestaros juramento, pero aun mas como hombres libres del oeste. Bajo su mando hemos defendido nuestro reino y llevado la lucha mas allá del Anduin ante las puertas del señor oscuro, por tanto os juramos…- dijo abriendo un viejo pergamino sellado, mientras los estandartes eran inclinados hacia delante.
“Decir y Hacer.
Un caballero de Gondor solo habla Verdad, su palabra es un fiel reflejo de sus actos y pensamientos.
Servir y Proteger.
Un caballero de Gondor solo sirve a su Reino, su cuerpo y mente son el ultimo bastion contra la oscuridad.
Obrar y Contemplar.
Un caballero de Gondor solo actúa en pos de la Libertad, su lanza y espada son herramientas de Paz.
Rezar y Meditar.
Un caballero de Gondor refleja la tranquilidad del Lago y la ferocidad del Mar.
Saber y Actuar.
Un caballero de Gondor solo Sabe para después Actuar.
Año 4 de la Cuarta Edad - Reinado de Aragorn, Hijo de Arathorn

Yo, Eândros Anthârion, lo jura!.
¿Caballeros de Osgiliath vosotros jurais?” a lo que a grito unanimo se es escucho un “Juramos!”.

(escribió Gonza)

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