jueves, 7 de octubre de 2010

Tristeza. Llanto. Dirección.

El apetitoso aroma de la comida Haradrim colmaba las salas de Rivendell, reino de los elfos. Una combinación impensable en otros tiempos. Y una pequeña alegría en medio de la tristeza que se iba apoderando del Belegnor de los Elfos Oscuros.
Lo que había empezado con un pequeño temor, una ligera sombra en la nueva esperanza que había despertado en Belegnor al hablar con los Hijos de los Hombres, en especial con la niña Aldariel, se transformaba en una nube de tormenta presta a explotar en cualquier momento. Estaban yendo a buscar la espada de la joven, al bosque de Fangorn, donde su padre adoptivo, el Señor de los Ents de Yavanna. Y algunos indicios decían que esa espada, podría ser la perdida Flama del Oeste.
Si eso se confirmaba, había algo que podía deducirse de allí….que quien hubiera robado Narsil la hubiera robado junto con la princesa recién nacida, y la hubiera dado a los cuidados de los Pastores de Árboles, los únicos que, por ser seres de otro Valar, podrían ocultarla y hasta protegerla de Morgoth, si todo lo demás fallaba.
Encontrar a la princesa perdida hubiese sido la más alegre de las noticias, si no fuera porque Aldariel y Eldarion, príncipe de Gondor y hermano mayor de la desaparecida infanta, se habían enamorado con un tierno amor, uno que era para ellos su mayor alegría, fuerza, y luz. Que sucedería si esos temores se confirmaban, y los amantes resultaban ser hermanos? Las garras de Morgoth atacaban no solo con fuego y acero….
Sumido en estos sombríos pensamientos, Belegnor se dirigía a la cocina, donde buscaba al príncipe de Rohan, único al que había confiado sus temores.
-No tarden, no falta mucho para que esté listo- dijo Sumayya, abocada a la olla de la cocina. Una princesa cocinando. Realmente los Hombres del Sur tenían cosas para compartir.
Leod acudió al llamado, y el y el Elfo se pusieron a conversar en el pasillo.
-Has visto a Aldariel? Preguntó, algo sombrío, el Príncipe de Rohan
-Sip, estaba probándose ropa- contestó el Elfo
-Probandose ropa? Se veia bien?
-Sip, se veia bien....-Belegnor decidió ir al punto - Leod, dijiste que Eldarion quiere casarse con ella. Tú lo conoces. Que sucederia si la maldicion de Turin Turambar pesara sobre el ? Y ellos fueran de la misma sangre?
-No quiero ni pensarlo.-Dijo el Rohirrin -Conozco a Eldarion. Entreno toda su vida para darle descanso a su hermana si esta habia sido tomada por la oscuridad. Pero conocio a Aldariel y su vision del mundo cambio.- Hizo una pausa que casi le quiebra la voz -Creo que si lo que piensas es cierto, podriamos perderlo.
-Es una posibilidad real- Sentenció el Elfo -Quiza no sea así, quizá respiremos hondo en Fangorn cuando los Ents nos cuenten por que una chica que NO es la heredera de Gondor tiene una espada tan especial como suya. Aún cuando la espada sí sea Narsil, cosa que creo, eso si, mas allá de las dudas….. Pero y si no?
-Te refieres a si no es Narsil? O si efectivamente es la heredera perdida? Personalmente no me agrada estar a suposiciones que parecen confundirnos a cada instante.-Dijo Leod y agregó -Deseo llegar a Fangorn y obtener respuestas. Al menos Eldarion esta lejos, por lo que si la desgracia nos alcanza aun podremos hacer algo.
Inflexible, continuó el Elfo -Justamente, ahora que son suposiciones estúpidas, podemos evaluarlas. Luego las desecharemos como basura si de refutan. Pero si se confirman, estaremos preparados. Que sucede si Aldariel es la princesa de Gondor? Eldarion quiere encontrar a su hermana perdida mas que nada en el mundo, no? Más que nada en el mundo?
Leod respondió, confirmando los peores temores -El no queria encontrarla. El siempre se mentalizo en que la habia perdido. Pero esta enamorado ciegamente de Aldariel.
En los años que lo conozco jamas lo vi feliz de esa manera. Incluso diria esperanzado- y dijo tras una pausa -No se como manejaria la noticia…….peor aun. ¿Que eventos ignoramos.? ¿Por que la espada y la princesa acabaron en Farngorn?

-Esto es peor de lo que creí- dijo Belegnor, peguntando - Pero si penso que la habia perdido por que hacia todo por encontrarla?
-El no buscaba encontrarla. El la buscaba para darle el reposo eterno. Si la princesa había sido tomada por Morgoth quería ser él y solo él quien lo hiciera.- El Rohirrin hizo una nueva pausa -Yo era el que esperaba encontrar a la princesa con vida.
-Tu? por qué?
-Por amistad. No soportaba ver en mi amigo esa mirada triste como si le faltara algo. Siempre albergé la esperanza que su hermana estuviera en algun lado.
-Y ahora puede ser cierto….-dijo Belegnor, mientras pensaba “cuidado en donde depositas las esperanzas, hasta eso sabe corromper Morgoth….tambien Aldariel, cuando, pese al pesimismo de Eldarion, le juraba que ella lo ayudaría a encontrar a su hermana sana y salva…..irónico, horriblemente irónico”, y agregó en voz alta -Es que es curioso que sea Fangorn porque es el unico lugar que esta aun bajo el poder de alguien que, desde la Era del Sol, es mucho más fuerte que Morgoth, un Vala, Yavanna; los Ents son su voluntad. Ningun lugar en toda la Tierra Media es más seguro de Morgoth, con la posible excepción de entre las Bestias de Orome en el Este, o las Aguas de Ulmo en el mar, si es que existen aun esas maravillas
-Si Morgoth viniera a por los principes de los Edain- Continuó Belegnor -Y yo quisiera proteger cuando menos a uno de ellos, lo dejaria con los Ents.
-Eso ha dado vueltas por mi mente- Confirmo el príncipe de los jinetes. –Pero si es la heredera y su espada es Narsil. ¿Cómo llego alli?
-Creo que ha esta altura puedes saber algo. aunque yo tampoco sé todo. El consejero de Aragorn, Feaguld, El es un enviado de los Señores de Occidente. El peleo con Morgoth, lo derroto, lo destruyo, solo para ver que Morgoth lo había burlado y ahora su esencia vivía en los niños que había raptado. Los Hijos de Morgoth
-¿Crees que el rey sabia quien tenía a su lado? Y de quien se estaba enamorando su hijo? –
-Claramente Aragorn no sabe quien es Aldariel. Si es que Aldariel es quien suponemos que es
-Me referia al consejero.- aclaró el Príncipe de Rohan
-No lo sé, sabia la gente que Gandalf el Gris era Mithrandir de los Señores de Occidente?
-Quizas el hechicero que dice Eldarion, haya sido el consejero del Rey.-Dijo Leod, y agregó -Pero y si el Rey sabia y dio su consentimiento? Eldarion no soportara tanto.
-Los Hechizeros tienen disfraces- replicó el Elfo, a quien esa posibilidad le sonaba algo retorcida. - Sauron y los Hechizeros eran de la misma naturaleza en un punto, y Sauron se presento con mil caras en las diferentes Edades-. Y agregó - Eldarion soportara lo que pueda. Los fuertes soportan lo que pueden, y los débiles sufren lo que deben.
-Pero no es algo que deba enfrentar en este momento. No a las puertas de una batalla como la que tenemos. El enemigo aprovechara cualquier signo de debilidad que pueda encontrar
-El enemigo planeo todo esto, claramente- Dijo Belegnor sombríamente -Este es el verdadero ataque, no lo ven? Con fuego y acero y monstruos jamas pudo derrotarnos. No pudo vencer a nuestros padres. Y sabe que a la larga no iba a poder vencernos. Entonces planeo las cosas de otra manera-

El elfo intento suavizarse. Quitó los ojos de los de Leod y se relajó. - Quizá todo sea una paranoia de este Elfo Bibliotecario. Quizá Aldariel sea una chica mas. Quizá Morgoth destruya todo a sangre y fuego, y esta sea una preocupación estúpida ante esta batalla. Pero no fui el unico que lo penso, no es cierto?

-Lo he pensado y deseo que no sea asi. Pero hay demasiadas preguntas que por el momento no tienen respuesta. Y la clave reside en esa espada. Quizas lo mas cercano a una respuesta este ahi.-

En ese momento, la princesa Sumayyaa los interrumpió
-Encontré a Aldariel, está en su habitación pero no me deja entrar... creo que está llorando
Belegnor dejó todo salió corriendo hacia la habitación. En este escaso tiempo, le había tomado a la niña casi el cariño que podía tenerle a una hija. Y además, algo le decía que en ella habitaba la Esperanza de Arda.

El Elfo llego en nada a la habitación, y golpeo la puerta. Leod fue hacia allí más tranquilo. Parecía que alguien había en la habitación ahora que era mas de noche porque parecía haber una vela encendida. Pero nadie respondió al llamado. Alguien lloraba adentro, pero sólo los oídos del elfo lo notaron, porque la madera era gruesa y el llanto era suave, pequeño. Con la voz más musical y dulce que le salió, dijo Belegnor, en Quenya "abre, pequeña, por favor".

-Aldariel, abre por favor. No tienes que pasas por esto sola.- El Rohirrin que había llegado, sabía que hacía unas 6 horas que la chica estaba llorando. Y se entristeció
porque si había alguien que no se merecía sufrir así era esa niña.

Belegnor miró al Rohirrin y le dijo -Vete. Déjame manejar esto. No está bien que la atormentemos entre todos.

Cuando el Principe de Rohan se marchó, el Elfo volvió a hablar, con suavidad, y aún en Quenya –Aldariel…..Por favor, pequeña, que pasa? - Abre, vamos-

Y un poco resignado, soltando la puerta, empezó a decir -Hace unas noches solamente, yo había perdido todas las esperanzas. Creí que íbamos a morir en manos de un Horror más viejo que el tiempo……..Pero me encontré a una chica vestida de verde con fuego en los ojos, que de la nada me hizo ver que aún había esperanza….Para mí, para la Tierra Media, para todos…..y mi mente se puso clara entonces….Te suplico que me dejes intentar devolverte el favor…..

Aldariel se levantó, y abrió la puerta. Tenía los ojos rojos, cansados de llorar, y aún lloraba. Si la tristeza tuviera forma física, sería como aquella dulce niña se veía ahora. El Elfo abrió la puerta, la abrazó fuerte, y cerró la puerta detrás de él.

-Llorar nos agota, cuando deberiamos estar descansando- Dijo, con suavidad. Ella se abrazó al elfo y rompió en un llanto terrible. Y el siguió diciendo - haces que me sienta muy mal, porque no encuentro las palabras para ahuyentar tus penas, aunque tengo cien veces tus años, y no puedo consolarte, y en cambio tu lo hiciste con facilidad cuando a mi me atormentaba la aficción, aunque mi miedo era el Padre mismo de la Oscuridad sin fin…-. -Ese día tu me enseñaste, que no hay miedo que no deba enfrentarse, ni tristeza que no deba dejarse atrás….-

-Quieres contarme lo que sucedió?- pregunto él. Pero entonces, sintiendo que las palabras eran inútiles, Belegnor el Elfo que No Canta comenzó a tararear una canción. Era una canción de cuna, mientras Aldariel seguía abrazándolo muy fuerte. Una canción para niños, que hablaba de los primeros Elfos que habían nacido, niños sin padres, y de las estrellas, los ojos de Varda, que los cuidaban y los cuidan a todos en la Tierra Media…..y así, aunque no soltó al Elfo, al fin la joven se calmó un poco. Y Belegnor dijo:

-No peleamos contra la carne ni la sangre, contra el metal ni la roca, contra la fuerza o la furia o el fuego. Peleamos contra el mal, contra el que hizo todas las cosas malas de este pobre mundo. El las hizo, el dolor y la angustia y la infelicidad, como hizo las enfermedades que atormentan a los mortales y los monstruos que atormentan a los inmortales, y los orcos y todo lo que hace daño. Él, en persona, con sus manos, su voz, sus mentiras-. -No basta ser fuerte y valiente para pelear con el…de hecho, nada es suficiente, pero como alguien me dijo hace una semana...No podemos permitirnos perder la esperanza, nosotros no, o todo lo bueno que tiene este mundo, se perderá.

Entonces Aldariel se separó de él un momento, y parecía que quería hablar, pero su voz no le respondia. Sorprendida, se señalaba el cuello, para mostrar que no podía emitir palabra. No era algo físico. Era la angustia que la había dejado muda.

Belegnor la depositó sobre la cama, y le dijo -Estas cansada, de caminar, de luchar, de llorar...-Duerme, yo velare tu sueño, y mañana hablaremos-

Pero ella se apartó un poco y tomó un cuaderno, de la mesa de luz, y escribió en Quenya en una página en blanco: "No voy a perder las esperanzas, aunque Eldarion sea mi hermano, pero creo que jamás voy a poder volver a sonreír"

Eso destrozó a Belegnor, como si hubiera sido el encargado de decirle la noticia mas horrible del mundo a una alegre niña pequeña. Entonces volvió a abrazarla, y le dijo -
como lo supiste? Nos escuchaste hablar?- y dejándola, ella escribió:


“Me dijiste que sospechabas que mi espada era la espada del Rey... cuando era muy pequeña me abandonaron en el bosque con esa espada, es lo único que tengo de mi pasado, siempre creí que pertenecía a mi padre o a mi madre"
"Hoy Léod me preguntó por ellos y por la espada, creo que hablando con él me di cuenta..."
"Pero él no tiene la culpa, no le digas nada"


Y Belegnor dijo -Cuando yo nombré a Narsil, una vez que hablamos, tu pensaste en tu espada, Y yo lo note, y no creo en las coincidencias- hizo una pausa y agregó -Sin embargo, incluso los Primeros Nacidos y los Sabios podemos equivocarnos, pero
tampoco quiero que te aferres a la esperanza de que las cosas no son asi-

Y ella, aflojando al fin los brazos tensos, fuertes pero delicados, escribió lentamente “No lo haré... ¿me cantarías de nuevo esa canción?"

Y ella encontró alguna paz, y se durmió, mientras el elfo cantaba ahora, el agotamiento la venció. Y el, que apenas necesitaba dormir, se quedó velando su sueño, mirando por la ventana de la Princesa Arwen, quizá la madre de Aldariel, sumido en tristes pensamientos. Y después de algún tiempo de que la niña se hubo dormido, trocó la canción de cuna a una de lamentos, el lamento de los Teleri por la matanza de los puertos de Aqualonde, por los hermanos y madres e hijos perdidos, por los buques robados y destruidos, y por la traición de los amigos, y por todas las cosas que Morgoth torcia y destruía cuando tocaba, envidioso de los que de verdad podían crear belleza.

Y en esos pensamientos, pensó en Tulkas, el más fuerte de los Valar, aquel a quien Morgoth temía más que a nada en el mundo, y no porque no podía vencerlo en combate –que ciertamente no podía- sino por su risa, su burla, su carcajada que disipaba a las nubes de tormenta. Porque Tulkas era el heraldo de la verdad, y la luz de la verdad siempre disipaba a la mentira y el miedo. Y Belegnor pensó que esta situación no podía sostenerse si las cosas no se conocían. No podían seguir con la duda, de quien era Aldariel. A nadie ayudaría eso, y si callaban y luego se equivocaban, Morgoth usaría eso al final, para dañarlos, mientras que tapar la verdad con mentiras le iba a resultar más difícil, imposible quizá.

Algo debía hacerse, y en aquella habitación, que había sido de la Princesa Arwen, la ahora Reina Arwen de los Gondorianos, él supo qué debía hacerse. No importaba la distancia o el tiempo, una madre siempre reconocería a su hija, pasara lo que pasara. Y una madre Elfica, para quien un instante era lo mismo que un siglo, y que veía verdaderamente, y no podía ser engañada por el paso del tiempo cuando miraba a alguien a los ojos, como eran todos los Primeros Nacidos, sabría efectivamente si Aldariel era o no era su hija.

Y habia algo mas. Se decia que la Reina no habia vuelto a sonreir, desde que su hija desaparecio. QUiza eso cambie si se la llevamos de vuelta. Y quiza la alegria de Arwen baste para apagar la tristeza de la pobre Aldariel.

Minas Tirith. La Reina Arwen. Allí era donde debían ir, después de Fangorn y Lorien. Y algo le decía que no sólo el consejo de la Reina encontrarían allí, y que su presencia era necesaria en esas tierras al sur. Y con estos pensamientos de propósito y verdad, su canción, aunque triste, empezó a tener un eco de desafío.

*****

(Día 2, Segunda Parte, interludio, continúa de lo anterior.)

Belegnor se encontraba junto a Aldariel, que dormía. Estaba sentado en el marco de la ventana, saludando al viento de la mañana y al sol que nacia. Arien, del nombre de su amada. Raro en él, estaba cantando, susurrando una antigua canción de lamentación élfica. Solo lo desquiciado de la situación podía hacerlo cantar, como ironizándole al destino.

Aldariel despertó. Seguía igual de de triste que el dian anterior, pero se la veia mas tranquila. El Elfo apartó la mirada del bosque que se veía por la ventana y la dirigió a la niña.

-"Como estas?- le preguntó, con una expresión triste

Aldariel quiso contestar, y se desesperó un poco al recordar que no podia hablar

-No te esfuerces- dijo el Elfo, y buscó entre sus cosas una cantimplora. En ella había Miruvor, la bebida vivificante que preparaban los elfos, que reponía fuerzas, quitaba la sed, y calmaba el cuerpo y el espíritu.

-Toma esto, quiza te ayude-

La chica se sentó en la cama y alargó el brazo hasta el cuaderno que habia usado el día anterior. Debajo de él, habia otro

"¿Qué es?" preguntó escribiendo.

-Miruvor, la bebida de los Elfos

Aldariel bebió. La bebida era dulce y suave, color verde oscuro. El Elfo habló, casi como disculpándose, no sabia qué podía hacer por ella.

-No se mucho que decirte....el Enemigo golpea con todo lo que tiene-

Y se oyeron golpes en la puerta, alguien llamaba

-La duda, la sospecha, el dolor, los errores que lastiman, el odio, la tristeza...son sus armas tambien, como el fuego y el acero.....él las hizo, con sus manos, para herirnos.-

Contrariado, Belegnor preguntó -Quien llama?- y miró a Aldariel. Despues de todo era la habitación de ella.

Ella sacudió la cabeza, como diciendo que no, que no queria ver a nadie. Asique el Elfo salio a recibir a quien fuera

(Continúa en "Charla en Rivendel")

*****

(Rivendell, Dia 3, Primera Parte)

Aldariel se encontraba leyendo en el Jardin, en un impresionante gazebo de madera templada y tallada como si fuera metal, común en aquella tierra de maravilla. Habian pasado 2 días desde aquel acceso de llanto, y varias cosas por la mente, y el Elfo no había vuelto a tocar el tema con Aldariel, de la preocupante sospecha. Era un avance, los dos primeros días la chica no había salido de su habitación. Seguia leyendo el diario de la Reina, de cómo conoció al rey Elessar y se enamoró de él. Y seguía muda. Aquí Belegnor comprendió que aquello no era tan pasajero. Esperaba que se curara pronto. Probablemente se le pasaría, pero no se sabía cuando.

-Dicen que desde que desapareció su hija, la reina no ha vuelto a sonreir- Dijo Belegnor con pesadumbre. Aunque no calculó entonces cuán importante era ese detalle.

"Debe haber sido muy triste" escribió Aldariel

Entonces Belegnor fue directo al grano de lo que quería decir

-Aldariel, queria pedirte algo....la unica forma que tenemos de saber si en verdad eres no lo....la hija de Aragorn....- tomó aire y siguió -Es preguntarselo a la Reina Arwen-

Ella respondió con calma, tranquilamente escribió:

“O a la persona que me dejó en el bosque, pero supongo que no sabemos quién es"

-Aunque tengo mis sospechas, no, no lo se realmente.....- dijo el Elfo, pero retomó su punto -Sin embargo puedo decirte algo, para los Elfos, los años no son nada, una madre elfa siempre reconocerá a su retoño, no importa cuánto tiempo haya pasado, porque nosostros sabemos ver en los ojos de los otros mucho más que en sus rostros….y para nosotros, para esas señas, 20 años representan un instante-

Pensó Belegnor entonces que debería esta dándose cuenta si la chica era Medio Elfo, pero no podía determinarlo. Cierto era que había notado algo raro, mágico, cuando la vió por primera vez, llegando a pensar que era una mujer-ent (a las que él no conocía) o un Istari, como Feagul, pero ahora sabia que eso podía ser perfectamente el aura resultante de haber estado tanto tiempo en los bosques de Fangorn

"De quién sospechas?" Escribió entonces Aldariel

-Pudo ser Fëagûl- dijo Belegnor sin titubear –el es…..más de lo que aparenta-

Y respondió Aldariel, a su improvisada manera

"El abuelo que cuidaba los establos?"
"Él fue muy bueno conmigo"
“¿por qué sospechas de él?

Dejó escrito.

-El es un enviado de los señores de Occidente- El Elfo no se guardaba nada -Como lo fueron los 5 magos en la 3era edad-

-Él es un Istari- aclaró, refiriéndose a los Maiar que adoptaban la apariencia de magos humanos para entrar en la tierra media y guiar a los hombres -También pudo ser otro que haya venido con el……- aquí Belegnor conjeturaba -Si enviaron 5 para luchar con Sauron, es posible que hayan enviado más de uno a luchar con Morgoth-

Y luego el Elfo agregó, terminante –Y las crónicas dicen que un hechicero se llevo a la hija del Rey-

“Entiendo”

Escribio Aldariel lentamente, a modo de respuesta, y el Elfo siguió con su argumento

-Si este hechicero hubiese sido un enviado de Morgoth, como creyeron en Minas Tirith, no hubiera dejado a la princesa raptada en Fangorn, en cuyo caso no deberíamos preocuparnos de que seas tu…-

“Debería hablar con él...” mostró Aldariel, pero el Elfo la miró a los ojos, entornando los suyos

-Por que no vamos a ver a la Reina Arwen?, ella despejara tus dudas con mucho mas rapidez que Fëagûl "

"Eso lo haré igualmente, tengo que llevarle la espada si resulta ser Narsil" Escribió Aldariel, y luego completó "A ella o al Rey"

-Supongo que entonces lo sabremos- sentenció Belegnor,mientras Aldariel respondía con un suspiro. Y tras un minuto o algo más de silencio, agregó. -Feagul no está localizable, los Istari estan donde quieren estar. – y comentó -Aunque supongo que lo encontraremos junto al rey...es sólo una suposición –

Y luego el Elfo trató de no dejarse llevar por la prisa y dijo -Como te dije, pudo no ser él, sino otro enviado, ya que no se si vino solo, y por los Istari por lo general actúan por separado uno del otro- Y trató de dejar abierta la puerta a una posibilidad, poco factible -De todos modos, si resulta que no eres la hija del rey, aun así fuiste hallada con una espada que describes como una espada élfica, , aunque no sea la Flama del Oeste.

"En ese caso te la entregaré a ti…..Y tu la llevaras a los elfos" Escribió Aldariel, Belegnor se sintió algo contrariado con aquello y dijo -Por qué? Esa espada es tuya, Aldariel, no de nadie más-

"Ya no lo sé..." Escribió la chica en su cuaderno

El elfo avanzó, le puso la mano en el hombro a la niña, la miró a los ojos y dijo, con gravedad -A nada lleva la vacilación. Si eliges abandonar tu camino, lo único que sucederá es que nadie hará la tarea que tú debes hacer....o al menos nadie la hará bien hecha-

Y agregó -Y entonces, el daño que el enemigo planeó para ti habra surtido efecto, y el habrá ganado –

Se hizo un silencio, mientras el Elfo caminó hacia el gazebo y se sentó en la baranda.

-Recuerdas ese dia bajo las estrellas, cuando te dije que peleábamos con alguien que no solo mandaba monstruos y muerte como Sauron, sino que disponía de todo el mal del mundo como arma, porque él lo hizo con sus manos?- Preguntó Belegnor, para luego agregar -Así es como golpea, es un cobarde, que pega donde más nos duele. Siempre hizo eso, desde que descubrió que otros podían ser más fuertes que el-

Lo que siguió lo dijo el Elfo en un tono triste -Eldarion era la luz de los ojos del rey, el rey que habia desbancado a Sauron como el mas grande Señor sobre la tierra….- y dijo -Por eso lo golpea con esto, y a ti con el-

Después de un nuevo, áspero silencio, Belegnor volvió a hablar –Feagul peleo con el Maligno mano a mano.....mientras luchaban, pudo ponerle en la cabeza la idea de raptar a la princesa para salvarla. Pudo hacerlo de muchas maneras: mintiendo, amenazando, dando vueltas la verdad, o incluso usando magia oscura.-

El Elfo calló, mirando en varias direcciones, al espléndido jardín de Rivendell. La gloria del sol de la primavera tardía, llegando al verano, desmentía lo opresivo de la situación. Aldariel, luego de un rato, escribió:

"Es tan difícil todo ahora, me cuesta hasta respirar"

"Pero no voy a bajar los brazos" "Sea con mi espada o con otra voy a pelear contra él"

El Elfo leyó, y respondió -La voluntad de seguir peleando por lo que vale la pena es lo que siempre lo derrotó al final....por eso tengo esperanzas por la tierra media- aunque sonaba algo apesadumbrado, y dijo con tono grave -Pero a menudo los sacrificios en la lucha contra Morgoth son grandes, porque él se asegura de que duela….no es como Sauron, un señor pedante que ignora a dos hobbits que caminan por sus tierras porque se cree poderoso y terrible. No. El mira a los ojos y al corazón de todo el que se opone a él, y prepara cosas horribles, especiales para cada uno-

Y luego dijo, en un tono que dejaba ver cierta rabia -Lo que más me duele es que a ti te han lastimado para lastimar a alguien más, sea Eldarion, o Aragorn a traves de él, o Feagul....sea donde sea que golpeo, lo hizo para causalerle dolor a alguien más- y agregó con tono tristemente sarcástico - Y si no fue el directamente, si alguien tuvo la brillante idea de raptar a la hija del rey para que la críen los Ents, me gustaría saber quien fue-

"Ya no me importa que me haya hecho esto a mí... pero lo destruiré por lo que sufrirá él..." Aldariel continuaba igual de triste, pero en ese momento la tristeza fue acompañada de un sincero deseo de destruir al enemigo.

Belegnor respondió, suavizando el tono -Hay algo especial en ti Aldariel, aunque aún no se bien qué es...- El elfo no pudo evitar sonreir al decir lo siguiente - Al principio, pensé que eras tú un enviado del oeste- Y luego retomó el tono serio -Tienes una misión especial en esto, y aun no sabemos cuál es, quizá es cierto que estabas con esas espada porque debías custodiarla para alguien más, no le se….tampoco sé si tu misión es acabar con el enemigo, pero si te prometo una cosa: si triunfamos, el no podrá escapar, aquí acabaran sus días, y habremos salvado a muchas Edades del futuro de su malignidad, aunque él estuvo presente en la creación del mundo y su obra del mal seguira siempre aqui, como un edificio sobrevive por siglos a su arquitecto-

Y agregó tras una pausa -Pero el, aunque se crea omnipotente, se ha arriesgado a venir aquí, porque sabido es que no podrá irse de este mundo otra vez sin dejar de existir, así está escrito."

"Dejará de existir, eso lo juro, por el amor que tengo a Eldarion" Escribió Aldariel, mientras las lágrimas que le caían humedecían el cuaderno.

El Elfo se acercó, le dio un abrazo y la puso contra su hombro para que se desahogue.

-Pensaba que nos quedemos aqui una semana, pero creo que a todos nos hara mejor seguir viaje cuanto antes- dijo, muy bajo -Las heridas que cargamos no se curaran aqui, y la incertidumbre las hará peores…..Quiza en Fangorn, Treebeard sepa más de lo que te dijo a ti.-

Aldariel estalló en un llanto desgarrador. Y Belegnor se sintió muy mal, pues le pareció que esta vez, lejos de ayudar a la chica, la había puesto peor.

-Se que los Ents no mienten, pero quiza recuerde algo que para él no tuvo importancia pero a nosotros nos sirva- completó, tratando de ordenar sus pensamientos además de comunicarlos, y luego la dejó llorar. Después de un rato, Aldariel se apartó y escribió:
"No te sientas mal, no es tu culpa" Dándose cuenta de que el Elfo se sentía mal por aquello.

-Pero de todos modos tal vez deberia haberme callado la boca- dijo por lo bajo y con un dejo de derrota Belegnor


Pero Aldariel replicó por escrito, como podía.
"No cambiarán las cosas porque me hables o no, lo que siento por él no cambiará"
"La reina Arwen decidió renunciar a su vida inmortal por el hombre que amaba..."
"Yo decidí renunciar a Eldarion, pero eso no va a cambiar lo que siento por él"

-Lo se......- Dijo el Elfo poniéndose de pie lentamente

"No estés triste por mí, ahora estoy lista para enfrentar a la Sombra"

-Ha sido muy caro- contestó él, que seguía sintiendo que no la estaba ayudando demasiado, por lo cual se dispuso a retirarse. Sin Embargo, la veía mejor, o al menos, más tranquila y decidida. Y estaba escribiendo algo más, asique el Elfo se quedó a ver

"No hay nadie que pueda ayudarme ahora, la única que puede hacer algo por mí soy yo, pero estoy tan triste... lo único que me da fuerzas ahora es que estoy segura de lo que tengo que hacer. La Sombra caerá sobre nosotros pero cuando lo haga yo estaré allí para derrotarla con la luz que desprende este amor que siento. Él no se saldrá con la suya, no volverá a hacerle esto a nadie más, no lo voy a permitir".

-Eso quería leerte decir- dijo sonriendo el Elfo.

“Si nos vamos antes, Dormin no podrá finalizar el trabajo, y van a necesitar esas armaduras"
"Por eso no podemos irnos antes, y no va a cambiar nada lleguemos antes a Farngorn o no, porque la respuesta está en Minas Tirith"

Escribio finalmente Aldariel, y después

“Y no estés mal por mí, me has ayudado mucho, y te lo agradezco de todo corazón"

-Esta bien, confiare en que puedes cargar con esto- replico Belegnor

"Confía en mí Belegnor, jamás voy a perder las esperanzas, y ya no hay nada peor que el enemigo pueda hacerme"

-Si, a veces eso es lo que calcula tan mal- Dijo el Elfo




"¿Encontraste lo que habías venido a buscar?” Siguio escribiendo Aldariel

-Si- dijo él entrando,-Aquí estaba…-

Ella seguía sentada en la cama, el Elfo se dirigió a la ventana y se recostó en el marco.

-Cuando ayer sugerí que partamos antes, quizá es sólo que yo quería irme, porque quiero ver a los mios, espero no te parezca egoísta…Pero los deje justo despues de una batalla- dijo, y agregó -Y temo un poco por ellos"

"Lo entiendo Belegnor ¿quieres partir primero? nos encontraremos allí, yo esperaré a Dormin"

-Nos iremos todos juntos- Dijo el Elfo, aunque tenía ya otra cosa en mente. Finalmente, no se retiró, sino que se sentó en el hermoso césped y una vez más, trató de contagiarse de la calma y sobriedad del lugar. Aldariel dejó el cuaderno y volvió a tomar el diario de Arwen. Llevaba puesto un vestido rojo que Belegnor juraba haberle visto a la Reina de Gondor alguna vez puesto. En ese momento, la miró, porque quiso saber si era en verdad parecida a la hija de Elrond, pero en cambio, le notó algún parecido con Aragorn al mirarla bien, pero ahora no sabria decir si era su paranoia o que

Después de un rato, sí, se dispuso a irse, pero antes dijo algo más, ya de espaldas a la chica.

-Arwen no renuncio a su vida inmortal por Aragorn. Ella, no tenía esa elección. Ella hizo algo más, le dio su amor a un hombre mortal, que morirá como lo dispuso Ilúvatar, y ella vivirá, muerta en vida por los años que pasen entre que el entregue su alma y el Dia del Juicio- y continuó diciendo -
Aun cuando ella muriera de tristeza, como nosotros podemos morir, renacería...para vivir y morir de nuevo, por siempre-

"Renacer una y otra vez sabiendo que tu amor no lo hará... creo que eso es aún más triste que enamorarse de un hermano..."

Escribió Aldariel, y también

"Me gustaría hablar con ella, aunque sea una vez antes de... enfrentarnos a la Sombra"

-Lo harás....- dijo el Elfo y se retiró

(escribió Patanikus - Roleado on line por Patanikus, Max y Ashe)

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